Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

II Macabeos 10, 9-28

9 Tales fueron las circunstancias de la muerte de Antíoco, apellidado
Epífanes.

10 Vamos a exponer ahora lo referente a Antíoco Eupátor, hijo de
aquel impío, resumiendo las desgracias debidas a las guerras.

11 En efecto, una vez heredado el reino, puso al frente de sus asuntos
a un tal Lisias, estratega supremo de Celesiria y Fenicia.

12 Pues Tolomeo, el llamado Macrón, el primero en observar la
justicia con los judíos, debido a la injusticia con que se les había tratado,
procuraba resolver pacíficamente lo que a ellos concernía;

13 acusado ante Eupátor a consecuencia de ello por los amigos del
rey, oía continuamente que le llamaban traidor, por haber abandonado
Chipre, que Filométor le había confiado, y por haberse pasado a
Antíoco
Epífanes. Al no poder honrar debidamente la dignidad de su
cargo,
envenenándose, dejó esta vida.

14 Gorgias, hecho estratega de la región, mantenía tropas mercenarias
y en toda ocasión hostigaba a los judíos.


15 Al mismo tiempo los idumeos, dueños de fortalezas estratégicas,
causaban molestias a los judíos, y acogiendo a los fugitivos de
Jerusalén
procuraban fomentar la guerra.

16 Macabeo y sus compañeros, después de haber celebrado una
rogativa y haber pedido a Dios que luchara junto a ellos, se lanzaron contra
las fortalezas de los idumeos;

17 después de atacarlos con ímpetu, se apoderaron de las posiciones e
hicieron retroceder a todos los que combatían sobre la muralla; daban
muerte a cuantos caían en sus manos. Mataron por lo menos 20.000.

18 No menos de 9.000 hombres se habían refugiado en dos torres
muy bien fortificadas y abastecidas de cuanto era necesario para resistir un
sitio.

19 Macabeo dejó entonces a Simón y José, y además a Zaqueo y a los
suyos, en número suficiente para asediarles, y él mismo partió hacia otros
lugares de mayor urgencia.

20 Pero los hombres de Simón, ávidos de dinero, se dejaron sobornar
por algunos de los que estaban en las torres; por 70.000 dracmas
dejaron
que algunos se escapasen.

21 Cuando se dio a Macabeo la noticia de lo sucedido, reunió a los
jefes del pueblo y acusó a aquellos hombres de haber vendido a sus
hermanos por dinero al soltar enemigos contra ellos.

22 Hizo por tanto ejecutarles por traidores e inmediatamente se
apoderó de las dos torres.

23 Con atinada dirección y con las armas en las manos, mató en las
dos fortalezas a más de 20.000 hombres.

24 Timoteo, que antes había sido vencido por los judíos, después de
reclutar numerosas fuerzas extranjeras y de reunir no pocos caballos traídos
de Asia, se presentó con la intención de conquistar Judea por las armas.

25 Ante su avance, los hombres de Macabeo, en rogativas a Dios,
cubrieron de polvo su cabeza y ciñeron de sayal la cintura;

26 y, postrándose delante del Altar, a su pie, pedían a Dios que,
mostrándose propicio con ellos, se hiciera enemigo de sus enemigos y
adversario de sus adversarios, como declara la Ley.

27 Al acabar la plegaria, tomaron las armas y avanzaron un buen
trecho fuera de la ciudad; cuando estaban cerca de sus enemigos, se
detuvieron.

28 A poco de difundirse la claridad del sol naciente, ambos bandos se
lanzaron al combate; los unos tenían como garantía del éxito y de la
victoria, además de su valor, el recurso al Señor; los otros combatían con la
furia como guía de sus luchas.